lunes, enero 30, 2006

FORTALECÉOS HOY

Isaías 35: 3 al 10 3 Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles. 4 Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará. 5 Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. 6 Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad. 7 El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en manaderos de aguas; en la morada de chacales, en su guarida, será lugar de cañas y juncos. 8 Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará. 9 No habrá allí león, ni fiera subirá por él, ni allí se hallará, para que caminen los redimidos. 10 Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido. Últimamente los diarios y la televisión han informado que la “depresión” es una enfermedad “normal” en todo ser humano. Escuchar eso es como aceptar otra batalla perdida. Pero no por nosotros, los que conocemos a Dios, sino por los que no confían en Dios. Las manos se cansan, las rodillas flaquean y el corazón se desespera. Lo malo está en que lo aceptamos como parte de nuestro vivir pues Dios nos dice que “no nos conformemos a este siglo” (Romanos 12:1). Dios nos dice que eso es de este mundo, pero nosotros ¡¡no somos de este mundo!!. Nuestra ciudadanía está en los cielos, es eterna. La depresión es la causa de muchas enfermedades, también son llamadas enfermedades psicosomáticas. 1. Manos cansadas (No adoramos) a. No hay ganas b. No hay razones valederas para nosotros c. No hay fuerza física, ni emocional, ni espiritual. 2. Rodillas endebles (No oramos) a. Por falta de ejercicio (atrofiadas) b. Por exceso de peso (sin fuerza) c. Por mala circulación sanguínea o fatiga muscular 3. Corazón apocado (No hay reconocimiento) a. Herido (humillaciones, rencores, murmuraciones) b. Desanimado (No emite palabra positiva) c. Con by-passes humanos (alternativas de arreglo) Pero Dios vendrá… con retribución, pago y salvación. Dios en su infinita misericordia, sigue teniendo cuidado de nosotros. Su amor entrañable viene en nuestro socorro: ¡¡Fortaleceos hoy!!... es su llamado, es su mandato, es su grito de guerra, es lo que necesitamos ¿Y cómo?, ¿con qué?... “… fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza” (Efesios 6:9). ¡En el Señor! y ¡Con el poder su fuerza!. Si no puedes levantar tus manos, si te pesan las piernas, si las rodillas te flaquean, si tu corazón está desolado… Ven a Jesús, ven y deposita tu vida en sus manos, ven y deja que el Señor se haga cargo, ven y deja tu carga, no vuelvas a tu casa con ella. Ven y descansa, ven a renovar tus fuerzas, ven a beber de su agua, agua de vida, ven a fortalecer tus manos, ven a fortalecer tus rodillas, ven con tu corazón acongojado, quizás roto, quizás lleno de rencor, de rabia, de impotencia, no te preocupes mas, Dios te dará uno nuevo. Solo ven a Jesús. Con amor, Templo Corbán